Hinata sentía como una tierna y suave piel era lenta y delicadamente enrollada entre sus brazos, unos pequeños pectorales bajo su mano, subiendo lentamente, hacia un delicioso cuello delgado, poco a poco sus piernas se entrelazaban entre unas delgadas, pero firmes piernecitas, sintió un profundo y fuerte aroma, mientras su rostro chocaba delicadamente contra un delicioso y largo cabello, hasta que abrió lentamente los ojos, para ver a Boruto entre sus brazos, casi siendo devorado por su cuerpo.
Hinata salto de la cama del impacto, soltando a Boruto de un movimiento, un poco brusco, pero de milagro sin despertarlo, sobresaltada y respirando agitadamente, se dio la vuelta rápidamente, para evitar excitarse aún más, viendo a su joven hijo, desparramado, completamente sobre su cama, con apenas una pantaloneta, y un esqueletito, con su relajada y despreocupada expresión, que le caracterizaba tanto, la que tanto la volvía loca, Hinata, salió lentamente y tratando de no hacer mucho ruido, hacia el baño, para tratar de calmar sus ansias de desayunarse a su propio hijo.
Boruto pudo sentir el calor del sol sobre su cara, mientras se despertaba con una satisfacción relajante que pronto le hizo recordar la noche anterior, los suaves muslos de su madre, envolviendo su verga, los gemidos que trataba de contener mientras retorcía sus pezones, la inmensidad de sus tetas cuando se comían sus manos, todos estos pensamientos rápidamente despertaron al rubio, con un gran regalo entre sus bóxer.
Al bajar los escalones noto la ausencia de su hermana devorando el desayuno como de costumbre, y el ruido de trastos en la cocina, así que con sigilo, camino hacia allí, acercándose lentamente.
Hinata lavaba algunos platos, Boruto la observo desde la entrada, los short rosa que le cubrían hasta aquellos suaves muslos en los que froto su verga la noche anterior, el delicioso y apretado culo envuelto en aquella telita roza, y esas enormes tetas que aun resaltaban en ese inmenso, y holgado buzo gris, arrastraron al rubio como abeja a la miel, quien sin hacer ruido se acercó a Hinata por detrás, y sin miramientos agarro por sorpresa y bruscamente sus jugosas tetas.
¡Hola mami!, dijo el rubio apretando las tetas de Hinata, y pegando su verga contra su trasero.
Hinata gimió brevemente al sentir el brusco agarre de las pequeñas manos de Boruto, que al mismo tiempo le restregaba aquel increíble monstruo en su trasero.
¡HAAAAAAH!, Bo… Boru, balbuceo Hinata con un tembloroso y suave tono, al sentir las manos de Boruto en sus tetas.
Dios, me la está restregándose en mi cola, tan grande, tan brusco, va a despedazar mis pechos, pensó Hinata mientras el chico manoseaba sus tetas.
Boruto noto los excitados pezones de Hinata, y tomándolos atreves del buzo, estiro pellizcando bruscamente hacia los lados, estirando las enormes tetas de Hinata, y provocando un gran gemido de su madre.
¡HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! BO…. HAAAAAAAAAAAAH, Boruto, no seas tan HAAAAAAAAAAHA, Hinata apenas pudo pronunciar el nombre del chico entre gemidos mientras el chico pellizcaba con un casi sadismo instintivo los pezones de su madre.
Lo…. Lo siento mama, no puedo evitarlo, son tan grandes y firmes, que quiero reventarlos, quiero verte correr mientras destrozo tus tetas, quiero…. Dijo el chico en una suave y dulce voz, mientras retorcía cada vez más las tetas de Hinata.
Hinata casi perdía la conciencia al escuchar tales palabras de su dulce y tierno hijo, mientras este violentaba sus senos, jamás había sentido nada parecido, y Perdiendo casi por completo la voluntad, Hinata sentía su cuerpo hirviendo cada vez más, por un momento la idea de dejar que Boruto la dominara por completo, que destrozara sus pechos, sus piernas, su culo, su cuerpo como él quisiera la hizo entrar trance, olvidando cualquier lógica o remordimiento por unos segundos.
Mama, sabes… tengo tanta hambre que podría desayunarte, dijo Boruto acercando su boca al oído de Hinata, respirando fuertemente sobre su cuello, el muchacho puso su rostro contra la suave piel de su hombro, agitándolo suavemente, restregándolo contra su madre, mientras la olisqueaba en un pequeño éxtasis, bajando la velocidad con la que pellizcaba sus pezones, pero haciéndolo con más fuerza.
Hinata casi perdió el control de sí misma al sentir la sedosa piel del rostro de Boruto restregándose contra su cuello y hombro derecho, las palabras del chico se derretían en su mente como un delicioso y suave chocolate, que tocaba y tomaba cada parte de su cuerpo, que la dominaba, y la violaba lenta pero violentamente, en un momento de completo desenfreno.
Un agudo y molesto sonido interrumpió la escena sacando a madre e hijo del trance.
Boruto apenas creyendo lo que acababa de hacer, soltó a su madre y salió casi corriendo hacia la puerta.
Hinata por su parte quedo completamente estática, agitada, y tan caliente como si tuviese fiebre, la mujer divago por unos momentos en lo que acababa de ocurrir.
Boruto escapando de la escena que el mismo creo camino sin pensar demasiado hacia la puerta, a la que ya habían timbrado un par de molestas veces.
Ya va, esperen un minuto, dijo el chico casi llegando al enorme portón de color sangre.
Boruto quedo algo sorprendido, al abrir el inmenso portón, y ver a sus amigos mirándolo entre ceja y ceja, sin entender muy bien lo que pasaba.
¿Inojin?, Shikadai, ¿qué hacen aquí?, pregunto el chico sorprendido de ver a sus amigos en su casa.
Shikadai alzo una ceja mientras cruzó los brazos y lanzo una mirada regañona hacia Inojin.
Boruto, ¿lo olvidaste?, te dije que vinieras ayer al centro, había una convención de videojuegos todas las consolas, de todos los países para probarlas, pregunto Inojin tratando de hacer recordar a su amigo.
¡¿Qué, que?! Cuando me dijiste algo así, espera un momento, una convención y no fui, carajo, ¿porque no me dijiste?, pregunto Boruto completamente sorprendido.
Shikadai se quedó mirando a Inojin con mirada muerta, y casi que regañándolo con los ojos.
Esperamos una hora Inojin, y resulta que ni siquiera le dijiste, me debes una consola dijo Shikadai en el típico y regañón tono que tenía cuando estaba molesto.
No, yo le dije, verdad que sí, recuerda, yo te avise, de veras, solo piénsalo, respondió Inojin, algo nervioso.
Inojin miro a Boruto, con la cara de perro regañado que siempre usaba para convencerlo.
Ahhhh, espera Shikadai, tal vez si lo olvide, si Inojin me lo dijo en el parque antes de navidad, es mi culpa, contesto Boruto con un pequeño suspiro.
Shikadai volteo su muerta pero cejona mirada hacia Boruto, y lo golpeo levemente con una bolsa sobre su frente.
Espero que al menos aun tengas la consola de Kirigakure, que te trajo tu papa, dijo Shikadai, poniendo una bolsa en la cara de Boruto soltando la bolsa y entrando a la casa.
Boruto atrapo la bolsa, mirando rabiosamente a Inojin, Inojin salto hacia el abrazándolo.
Gracias Boru, no quería perder la apuesta, te debo una, eres el mejor que amigo existe, dijo Inojin mientras abrazaba a su enojado amigo.
Si, si lo sé, ya pasa de una vez, contesto Boruto, algo molesto.
Boruto cerró la puerta mientras ojeaba a la bolsa con juegos nuevos que Shikadai le había empastado en la cara, vio un par interesantes, que le emocionaron momentáneamente, hasta ver a su madre, frente a sus dos amigos, con la sádica y molesta expresión que tanto aterraba a Naruto.
Buenos días tía Hinata dijeron ambos chicos casi al unísono, prados y erguidos, sin dejar de temblar.
Hola chicos, respondió Hinata.
Hinata se acercó a los amigos de su hijo, y se agacho para "saludarlos mejor"
¿Y qué hacen hoy en mi casa, a esta hora? Pregunto Hinata sonriendo de oreja a oreja, y con la agresividad pasiva que incluso el par de niños podían notar.
Los chicos no pudieron casi ni balbucear frente a la incómoda situación.
Mama, es mi culpa, los invite y olvide decírtelo, vienen a jugar un poco en mi cuarto, dijo Boruto tratando de calmar a su madre.
Hinata lanzo una rápida y enojada mirada a su hijo, para luego erguirse y caminar hacia la cocina sin decir nada.
Los chicos miraron extrañado y aun nerviosos a Boruto, quien sonrió incómodamente, sin entender nada.
Lo siento chicos, no sé lo que pasa hoy, tal vez a veces a mama no le gusta recibir visitas inesperadas dijo Boruto sonriendo incómodamente.
Los chicos siguieron al cuarto luego de esa pequeña explicación, la que era una obvia mentira, ya que el pobre rubio no se explicaba la reacción de su madre, Hinata siempre era amable con los invitados, aunque él no le dio muchas vueltas y se puso a jugar con los chicos.
Un timbre sonó a la media hora de que Boruto subiera con sus amigos, al que no prestaron atención, bastante inmersos en el juego, era Sakura que traía a Himawari luego de pasearla por las últimas exposiciones navideñas de comidas que aún seguían funcionando y cerraban ese día.
Hinata cocinando completamente irritada, enojada sin saber realmente la razón, y molesta con esos chicos y especialmente con su hijo, se hizo un pequeño corte pelando una papa, cuando sonó el segundo timbrazo del día.
Otra vez, malditos niños, seguro otros amigos de los que se le olvido hablarme pensó Hinata enojada y muy estresada de camino hacia el enorme portón rojo, abriéndolo rápidamente con violencia casi tirándolo contra la pared.
Hola… Hinata, dijo Sakura al sentir el portazo sobre la pared, y viendo a su amiga algo despeinada, y con un cuchillo ensangrentado en su mano
¡Sakura!, lo… lo siento, no sabía que eras tú, perdóname dijo Hinata apenada al ver a Sakura de la mano de su hija frente a su puerta.
Jajaja ¿está todo bien?, pregunto Sakura, mirando el cuchillo e intentando esbozar una sonrisa amigable.
¿Eh?, ¡ah! Esto, jajajaja si todo está bien, solo me acabe de cortar, la sangre es algo escandalosa, jajaja, respondió Hinata ocultando su mano detrás de sí, y sonriendo con los cachetes rojos como tomates, y algunas gotitas de sudor en su rostro.
Sakura puso su mano en el hombro de su amiga, y la llevo hacia adentro tratando de calmar a la notablemente estresada Hinata.
Bien Hinata, todo está bien, no te preocupes, vamos a tomar un te mientras te relajas un poco, dijo Sakura entrando con Hinata y Himawari a la casa.
Jajaja ni dejándote puedes con migo, se burló Boruto mientras Shikadai en un esfuerzo inútil intentaba derrotarle en el nuevo juego de peleas en el que Boruto parecía ya un experto.
Arrogante imbécil, como carajos es que es tan bueno en un juego en el que apenas empezó, incluso lo jugué un par de horas ayer para reírme hoy, malnacido, pensó Shikadai, mientras Boruto se jactaba alegremente, pero más en broma, y con la intención de ver la graciosa y frustrada cara de Shikadai cuando perdía contra él.
Jajajaja, ¿si quieres juego con una sola mano?, así de pronto me ganas alguna vez, dijo Boruto entre carcajadas.
Cállate, seguro que haces trampa de alguna forma, dijo Shikadai, tirando el control contra el suelo.
¡OYE!, eso es delicado, no lo tires, dijo Boruto algo enojado, ya que la consola era bastante difícil de conseguir, y más un control por separado.
Inojin los miraba recostado, y pensativo, ya que siempre perdía rápido, pero poco le interesaba el ganar o perder ya que al mismo tiempo también se aburría rápido, de hecho le parecía más entretenido ver las peleas entre sus dos amigos, pero hoy su cabeza estaba en otro lado.
Inojin, ¿Qué pasa?, Estas demasiado callado hoy, dijo Boruto al notar a su burlón amigo callado sobre su cama.
¿Eh?, no, no pasa nada, dijo Inojin con una forzada sonrisa.
Shikadai le lanzo una almohada al rostro.
Oye, no hagas eso protesto Inojin, tomando la almohada y devolviéndosela.
Eres un pésimo mentiroso, dijo Shikadai parándose del suelo, y estirándose un poco.
Boruto camino hacia la cama y se sentó al lado de Inojin.
Vamos escúpelo tonto, dijo Boruto golpeando a Inojin con la palma en la cabeza.
Oigan dejen de pegarme, idiotas, dijo Inojin sentándose de un salto en la cama.
¿Entonces?, pregunto Shikadai, expectante, ya que era extraño ver a Inojin deprimido.
Bueno… mama esta rara por una tontería que papa hizo en la mañana, contesto Inojin mirando hacia el suelo y juntando las manos.
¿Una tontería?, Sai una tontería, pregunto Shikadai incrédulo.
Si, papa ayer luego de desayunar, le dio un… le dio una palmada a mama en el trasero, y mama se paralizo un segundo, luego se dio la vuelta y casi le saca la mandíbula de una cachetada.
Bueno eso es problema de tu papa, no tienes por qué pensar en eso, contesto Boruto con relajo.
Tú no entiendes, desde eso, no hay quien le hable a mama, es un poco fastidioso estar cerca de ella ahora mismo, incluso papa no vino ayer a dormir.
Tu papa salió de misión ayer, es por eso que no fue a dormir, protesto Shikadai bostezando un poco.
Sí, pero ahhhhhhh, seguro que se ofreció para no venir a casa, contesto Inojin desalentado y suspirando un poco.
Boruto se acercó a Inojin, palmeándolo en la espalda y trato de reconfortarlo.
Jajaja si los papas son unos idiotas, pero seguro que a tía Ino se le pasa rápido, al final no creo que sea nada tan grave, dijo Boruto con una gran sonrisa hacia su amigo.
Jaja, nada grave eh, respondió Shikadai con un tono burlón, y entre pequeñas risas.
Claro que no es nada grave solo es una palmada en el trasero, replico Boruto sin entender la actitud de Shikadai.
Bueno, una vez papa hizo lo mismo, cuando termino el desayuno, él le agradeció por la comida, y mama le dio un beso en la frente así que papa le dio una palmada en la cola cuando ella se giró, contesto Shikadai.
Ves incluso tu padre también lo ha hecho, no es nada del otro mundo, seguro que a tu mama se le pasa rápido, contesto Boruto palmeando las espalda de Inojin.
Si papa, palmeo a mama en esa ocasión, y jamás volvió a si quiera intentarlo, replico Shikadai.
¿Por qué dices eso? pregunto Inojin, algo nervioso.
Bueno, además de sacarle un diente, mama nos sirvió sopa de mizo y te de matcha por todo un mes, a todas horas, papa dijo que a él le fue peor, y no quiero imaginar a lo que se refería, respondió Shikadai, temblando de solo imaginarlo.
Estoy jodido replico Inojin agachando la cabeza.
No, Inojin, eso no es así, la mama de Shikadai es una bruja, tía Ino no es tan mala, replico Boruto tratando de animar a su amigo.
¡Oye! Mi mama no es una bruja, solo es algo estricta, replico Shikadai.
Claro que es una bruja, ¿quién demonios sirve sopa de miso y matcha a todas horas por un mes?, respondió Boruto tratando de animar a Inojin, sin efecto alguno ya que el chico seguía cabizbajo.
Claro que no, seguro que tu mama le hizo algo peor a Naruto cuando la palmeo, replico Shikadai, algo enojado.
Mama no es tan mojigata como la tuya respondió Boruto desafiante.
Shikadai tomo el control del suelo y se lo tiro con fuerza a Boruto.
¡Oye! Ya te dije que no hagas eso, grito Boruto, atrapando el control.
Seguro tía Hinata es peor, y más mojigata que mama, replico Shikadai, aun sin entender lo que significaba mojigata.
Claro que no, incluso yo puedo palmearla sin problemas, contesto Boruto en un arranque de ira e idiotez.
Jajajaja, obvio que eso es mentira, eres un mentiroso, replico Shikadai riéndose de la idea.
Cla… Claro que no es mentira, respondió Boruto nervioso.
Claro que sí, cualquier madre se enojaría por eso, mentirosooooo respondió Shikadai, burlonamente.
Claro que no, solo tu madre, y seguro es porque eres muy feo, respondió el chico sin más ideas en la cabeza.
De…... ¿De verdad tía Hinata te deja palmearla?, pregunto Inojin al ver la insistencia de su amigo, en que era verdad.
Si de verdad, así que deja de preocuparte y ven a jugar, contesto Boruto palmeando de nuevo a Inojin en la espalda.
Eso es una obvia mentira, no puedo creer que le creas, a ver si es verdad, demuéstralo, protesto Shikadai.
Bueno… hoy mama, esta algo de mal humor contesto Boruto, rascando su cabeza.
Ves te lo dije, es mentira, obviamente es mentira, contesto Shikadai tomando de nuevo el control para jugar.
Boruto camino enfurecido hacia Shikadai y le rapo el control de las manos.
Está bien, se los mostrare, y deja eso ya no quiero que toques mi consola, respondió Boruto, tomando el control y guardándolo.
Hinata por su parte, se quedó charlando con un poco de té, con Sakura, mientras Himawari salió con una de sus amigas.
Hinata, debes relajarte más seguido, el estrés nunca trae nada bueno, dijo Sakura dando un sorbo del verdoso líquido.
Ahhh, pero esto casi nunca me pasa, es solo que… bueno hoy estoy rara, pero no es común te lo juro, respondió Hinata, apenada por el incidente.
No tienes que aparentar, se mejor que nadie como es estar sola, Sasuke viene cada milenio, sé que tienen que trabajar muy duro, pero que imbéciles, contesto Sakura comprimiendo su puño en la oreja de la taza.
Jaja, si creo que debimos dejar que se casaran entre ellos, contesto Hinata esbozando una suave sonrisa.
Abas echaron a reír unos segundos.
Jajajajajaja sí, creo que tienes razón, pero bueno al menos tenemos a nuestros preciosos hijos, contesto Sakura luego de unas carcajadas.
Si, Boruto es tan parecido a Naruto, pero al mismo tiempo tan distinto, y no para de odiarlo, aun cuando Naruto comenzó a venir a cenar, el simplemente lo trata mal como siempre, reprocho Hinata con desaliento y dando sorbos a su te.
Bueno, tal vez les lleve tiempo, aun es un adolecente, no deberías preocuparte tanto por eso, contesto Sakura dejando que Hinata se desahogara.
¿Tú crees?, pregunto Hinata, tomando la mano de Sakura.
Claro, aún hay mucho tiempo para que se reconcilie con su padre, es solo tener paciencia, y tratar de ayudarle en lo que se pueda, contesto Sakura intentando animar a la pobra Hinata.
Bueno, pero ha crecido tanto, tal vez él ya… sea tarde, sería tan triste que nunca perdonara a su padre contesto Hinata un más cabizbaja.
Bueno Boruto ha crecido bastante pero aún es un adolecente, aún hay mucho tiempo, replico Sakura.
A veces, el muchacho me vuelve loca, es tan…. Es tan… tan grande, dijo Hinata tomando un sorbo de té, recordando la inmensa verga de su hijo.
Jejeje, si Boruto ha crecido bastante contesto Sakura.
Realmente es solo un poco más alto que Sarada, pero supongo que una madre ve con otros ojos pensó Sakura sin decirle nada a Hinata.
Y se ha hecho tan fuerte, cada vez que lo veo no puedo evitar recordar….., su delicioso abdomen, sus suaves y marcados brazos, y su colita, es tan perfecta, redonda, pero firme, algo pequeña, me enloquece cada vez que sale en pantaloneta, no puedo evitarlo, sin contar la enorme mmmmmmm dijo Hinata un poco en trance, y con la mirada totalmente perdida en la nada.
Sakura apenas pudo pasar saliva, sin decir palabra alguna, ¡pero qué diablos!, así ve Hinata a su hijo, esto es… ¿qué debería decirle?, como diablos terminamos en esto, pensó Sakura, completamente impactada.
Jaja, en… ¿enserio? Jaja, fue lo único que pudo balbucear Sakura enrojecida hasta las orejas, completamente desconcertada.
Si es verdad, es tan enorme…. Hinata se detuvo cuando volvió en sí misma, y por un instante ambas se quedaron completamente calladas mirándose a los ojos entre sí.
Después de un par de segundos Hinata trato de salir del atolladero en el que se había metido sin saber muy bien cómo.
Jajajaja sí, es por eso que me preocupa tanto, mi Boru es tan lindo que me da miedo las niñas que le rodean, jajaja.
Jajaja sí, claro, te entiendo, las mujeres pueden ser terribles cuando ven a un chico lindo, parecen putas que no se saben controlar, jajaja, respondió Sakura con algo de cizaña.
Jajaja verdad, jajaja, contesto Hinata tratando de hacer menos incomodo el momento a punta de risas tan falsas como las de Sai.
Jajajajajajaja verdad, Jajajajaja contesto Sakura sin tener la menor idea de que hacer en ese momento.
Ambas mujeres notaron a Boruto bajando con Shikadai e Inojin, dándoles la perfecta excusa para salir de la incómoda situación.
¡AHHHH! Chicos no se vallan a ir sin almorzar, ya estoy terminando, siéntense por favor, exclamo Hinata volviendo a la cocina, para servirles el almuerzo.
Gracias tía Hinata, contestaron Inojin y Shikadai, caminando hacia la mesa.
Ok mama, gracias, contesto el rubio.
Hola chicos, ¿muchos videojuegos?, saludo Sakura.
Hola tía Sakura, no realmente solo alcanzamos a uno, y los revente como siempre, dijo Boruto acercándose a Sakura y dándole un bezo en la mejilla como de costumbre.
Sakura recordó las palabras de Hinata mientras el rubio le daba un beso de mejilla, y dio un pequeño salto hacia atrás, aun sonrojada.
¿Estás bien tía Sakura?, pregunto Boruto extrañado.
Jaja si, si, no es nada solo estas muy frio, si jaja es todo corazón, respondió Sakura, con nerviosismo.
Boruto dio la vuelta y se sentó junto a Shikadai, para almorzar.
Pues sí que es lindo el desgraciado pensó Sakura mirando el trasero del chico.
Idiota, tiene la edad de Sarada, no puedo verlo así, maldita Hinata me prendió su… su perversión, se dijo a sí misma, mientras caminaba hacia la mesa sentándose junto a Inojin.
Terminaron de comer y los chicos dijeron que debían irse, igual Sakura, que tenía que atender a Sarada, y de paso acompañaría a Inojin y Shikadai camino a sus casas.
¿En serio ya se tiene que ir?, pregunto Boruto desilusionado.
Sip, mama de costumbre no le gusta que llegue después del almuerzo, y más hoy, dijo Inojin poniéndose los zapatos en la en la escalerilla frente al portón.
Si mama se pone terrible cuando llego en la tarde así que mejor me voy ya replico Shikadai tomando la bolsa de juegos que trajo.
Oye, al menos deja los juegos, ¿no? Pregunto Boruto.
No, contesto tajante el pelinegro, temiendo que no pudiera hacerle frente si le dejaba los juegos la próxima vez.
Qué lindo ojala Boru fuera tan bueno como tú, siempre que sale llega tan tarde, se quejó Hinata, viendo lo preocupados que estaban los amigos de su hijo por llegar temprano a casa.
Pruuu, eso es solo porque no quieren que los golpeen, contesto Boruto sonando algo descarado.
¡Oh! ¿Así que es mi culpa por no golpearte?, cuestión Hinata con su característica y sádica sonrisa, mirando fijamente a su hijo.
Boruto vio como sus amigos se ponían los zapatos mientras se acercaban al portón, así que decidió tomar el riesgo, más centrado en ellos, que en lo que decía su madre.
Claro que no mama, tú eres la mejor y más sexy mama de toda Konoha dijo Boruto estallando una manotada en carnoso y perfecto culo de su madre.
Un pequeño silencio incomodo tomo la habitación por un momento, habían pasado tantas cosas esa mañana que Hinata no proceso bien lo que acababa de suceder.
¡HAAAH!, Boru, no digas esas cosas, respondió Hinata con una suave y picara voz.
Pero es la verdad mama, eres preciosa, respondió el chico sin soltar su culo, y manoseándolo sin la menor pena, al ver la reacción pasiva de su madre.
Tanto Sakura como los chicos se quedaron pasmados, al ver la escena, sin saber muy bien cómo reaccionar, Sakura solo pensó en salir de aquella casa tan rápido como pudiera.
Ohm, bueno gracias por todo Hinata, fue… divertido, dijo Sakura con una expresión algo desconcertada y con un poco de color en sus mejillas, pero tratando de disimular una sonrisa.
No, gracias a ti, me relajaste mucho, jajaja, dijo Hinata sonrojándose un poco.
Sakura tomo valor y se acercó a Hinata para darle un fuerte abrazo, antes de irse, y dejar una pequeña opinión final.
Cuídate, y no te estreses tanto, pero sobre todo, controla esa puta por favor, le susurro Sakura al oído, con un fuerte agarre.
Jajaja claro, contesto Hinata con un suave y nervioso tono, y bajando de un manotazo la mano de su hijo de su cola.
Sin más Sakura y los chicos salieron de la casa Uzumaki con las caras como tomates, y sin decirse absolutamente nada en todo el resto del camino.
¡BORUTO! ¿Cómo se te ocurre hacer eso frente a Sakura?, de echo como se te ocurre palmearme la cola, eso…... eso está…... está mal, un hijo no debe hacer esas cosas, vocifero Hinata, con las palabras de Sakura aun en la cabeza.
Lo que digas mama, contesto el chico alejándose hacia las escaleras.
Boruto, nosotros no podemos… seguir con esto, reprocho Hinata mordiéndose el labio inferior mientras veía subir los escalones al redondo y sexy trasero de su hijo ignorándola por completo.
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